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El famoso balneario de Castiglione della Pescaia está dominado sobre todo por un imponente castillo medieval que encierra el centro histórico de la ciudad con sus murallas. El castillo de Castiglione della Pescaia se construyó alrededor de una torre construida por los pisanos en el siglo X a la que, posteriormente, se le añadieron tramos de muralla que la unen a dos torres incorporadas a las murallas.
Las murallas que rodean la villa se construyeron a partir del siglo X y están formadas por los restos de dos murallas distintas. El primer círculo se remonta a la época pisana y data del siglo X-XIII, encerraba tanto la parte alta como la baja de la ciudad.
Posteriormente, en el siglo XV, se abandonó la parte baja del pueblo y se construyeron las nuevas murallas exclusivamente para defender el pueblo situado en la colina. En las murallas del pueblo alto hay tres puertas: la Porta Urbica, construida en 1608, la Porta di San Giovanni Battista y la Porta a Mare. Una cuarta puerta, la Portaccia, se encuentra en la sección más antigua de las murallas, la que construyeron los pisanos alrededor del pueblo bajo. Aquí también se encuentran los restos de algunas torres.
LA HISTORIA DEL CASTILLO
En la época de los etruscos (siglos IX-III aC), un gran lago salado, llamado Lago Prelius (Lago Prile), se unía al mar donde hoy se encuentra Castiglione della Pescaia. El lago era saludable y ciudades importantes como Roselle y Vetulonia se desarrollaron a lo largo de sus orillas. Donde hoy está Castiglione estaba el puerto de Salebrum, un puerto de poca importancia. Posteriormente, durante la época romana, se convirtió en un punto de descanso en la Vía Aurelia, siempre en el mismo período surgió otro asentamiento romano en la isla de Clodia.
Con la caída del Imperio Romano, el área de Castiglione declinó. En la Edad Media, entre los siglos X y XIII, la zona estuvo sujeta a la influencia pisana. En este período, se iniciaron las obras de fortificación de Castiglione (llamada entonces Castellione de Piscaria), se construyó una gran torre de 16 metros de altura con base escarpada en el punto más alto de la loma, posteriormente se construyó una muralla alrededor del país, reforzado por torres y torreones. En el siglo XIII la villa se convirtió en municipio libre.
Posteriormente, el castillo de Castiglione della Pescaia experimentó la dominación de Siena. En 1446 la villa fue ocupada por los aragoneses, quienes reconstruyeron y restauraron las murallas. Castiglione della Pescaia se vendió en 1559 como dote de Eleonora di Toledo a Cosme I de’ Medici, señor de Florencia. Bajo el gobierno de los Medici hubo un renacimiento parcial de la zona. Los Medici intentaron repoblar la zona trasladando familias de origen norteño a la zona del lago Castiglione.
LA RECUPERACIÓN DE MARISMAS
En 1765, bajo el gobierno del Gran Duque de Toscana Pietro Leopoldo I se iniciaron los trabajos de recuperación de las zonas pantanosas, que fueron dirigidos por Leonardo Ximenes, jesuita, astrónomo y fontanero. Hizo construir un canal en cuya desembocadura hizo levantar un edificio, la Casa Rossa, con cataratas para regular la salida del agua. Posteriormente, en el período 1828-1838, se realizaron otros trabajos de recuperación, esta vez bajo la dirección del matemático Giorgini, quien dividió la costa en cinco cuencas para favorecer el secado natural. En 1827, se construyó el puente Giorgini sobre el río Castiglione, de tres vanos, con cataratas que se abren hacia el mar.
El pueblo de Castiglione encerrado por las murallas se presta sobre todo a un hermoso paseo histórico. Desde la plaza central del pueblo es posible llegar al pueblo superior a través de una fuerte subida. Llegas a una puerta que conduce al interior de las murallas. Siempre desde la plaza principal para llegar al castillo también es posible pasar por la espléndida puerta de Santa Maria del Giglio y luego subir otra subida empinada al castillo. Desde aquí se pueden admirar maravillosas vistas de la costa. Al norte, la Rocchette y la isla de Elba son visibles. Mientras que al sur la vista se extiende hacia el pantano de Diaccia Botrona y hacia las Montañas Uccellina, el Parque Natural de la Maremma, el Argentario y la isla de Giglio. En días despejados hacia el mar, la isla de Montecristo es visible y, a veces, también son visibles las montañas de Córcega.
Escrito por Marco Ramerini.
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